Un día, cuando no tenga nada que hacer, acérquese al súper y compre un par de berenjenas. Ahí, con un par. Llegue a casa, ármese ese cigarrillo de dudosa factura, lave y corte por lo largo y por lo sano.El secreto consiste en poner las lonchas de berenjena a sal y agua. A la nevera.
Luego salga, deje pasar el fin de semana, piérdase un poco, estése con su novia, véase una peli tirado en la cama (Buscando a Nemo, por ejemplo), no pase por la pelu.
Domingo por la mañana, despiértese bien. El café está listo, y le gusta frío.
Ahora es cuando tiene que acordarse de aquellas famosas berenjenas. Póngase el delantal y dedíquese.
En una cazuela: soffritto de ajo, apio y cebolla, todo picado. Añada una lata de tomates enteros (se desharán, no se preocupe). Deje cocer hasta que se convierta en una salsa.
Escurra ahora las berenjenas. En una sartén ponga un hilito de aceite extra virgen y semiqueme, por un lado y por otro, cada una de las lonchas de berenjena; luego dispóngalas serena y ordenadamente en un molde de horno. Y ahora: la salsa de tomate, rodajas de mozzarella, parmesán.
Repita estas operación por capas 2 ó 3 veces. Depende de qué número le gusta más.
Caliéntese, y caliente el horno.
A 250º, unos 20 minutos a ojo.
Acompañe su plato con una churri, un compi y una ensalada flipas (lechuga, aceitunas negras y verdes, atún, alcaparras, tomate, aceite, sal, vinagre de Módena)Música: De Mais Ninguém (Marisa Monte)
http://www.youtube.com/watch?v=QmrSDpfdVMM
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