lunes, 9 de marzo de 2009

Fusilli alla Siciliana

Volvíamos de París, de Dublín, a Barcelona, del Tabú, de la mani y del Barrio. Fue suficiente tener poco tiempo para la pelu, y de ser oxigenados pasamos a ser rubios tweetys.
A mí me mandaron a callar (lo suelen hacer casi siempre) y a sentarme, después de haber preparado la mesa, obvio.
Sólo me dejaron rellenar el bote de sal gorda, acción que desarrollé con una lágrima en la garganta cantando Datemi un martello de Rita Pavone. Sentirse en blanco y negro es algo muy típico de los domingos resacosos.
La sartén nueva alojó aceite, ajo, cebolla roja en soffritto.
Llovieron aceitunas negras precortadas y alcaparras.
Abrí la boca e indiqué a lo alto de la estantería: quiero tomate triturado. Atún como último componente de la salsa, la elección de la pasta corta (ovviamente).

Signori, si mangia.
No teníamos algo de mozzarella para echarle?

1 comentario:

Anónimo dijo...

cho-co-la-te!
eso necesitamos