sábado, 14 de marzo de 2009

Antes de desayunar

Nuestra longitud no existe.
Dicen que vivimos dos aquí y que muchos nos visitan diariamente.
De los muchos, otros tantos nos confunden (debe ser por los colores).
Nos alimentamos de mapas, puertas de abedul, calles del centro y altavoces. Solemos tener una digestión cabalgante.
Conocemos sólo los números 2 y 1, pero sabemos multiplicarlos, restarlos, sumarlos y dividirlos. Otra cosa es que no lleguemos a conocer nunca el resultado (tampoco es tan trascendente). Eso sí: tenemos un baúl con todos los colores de este mundo, los inventados y los imposibles. Acabamos de construir un garage para la vespa roja, una jaula sin rejas para un inseparable, un baúl para las ideas ordenables (lo encontramos en la lejana Catalunya Terra Lliure). Ah! y tenemos un zulo para los explosivos...

La Isla del Medio sueña por partida doble, canta cada mañana y tiene una luna personal.
Y por la noche, nos arropamos con poesía.

2 comentarios:

La Isla del Medio dijo...

Gracias... Simplemente, gracias !

La Isla del Medio dijo...

Lo decìs por el garage, verdà?