Esto podría ser un comienzo. Cumplir años en Santorini, Grecia. Imaginarme una vida distinta. Hacer planes. Cambiar la orientación de mis dibujos, exponerlos, editarlos quizás. Cortarme el pelo, usar lentes de contacto. Comprar una casa bien grande... ser... con un enfurruñamiento general en la cara por la estupidez de la existencia, mostrar mi felicidad brutalmente, una felicidad televisada como un asesinato, lleno de ruido y furia. (...) No debía resignarme a ser esta persona solitaria que veía cosas raras. (...) Yo tenía mi mesa, mi silla, mi taza de café y mis dibujos, me había hecho un lugar, una isla entro de otra isla. El tiempo empezaba a correr en redondo. Cuando salgas de viaje hacia Itaca, pide que tu camino sea largo...
Vlady Kociancich, El Templo de las Mujeres
1 comentario:
Uf.. ese pedacito de texto parece describir mi estado actual de una manera casi perfecta, como si me hubieran estado vigilando por una mirilla.
Tal vez sea la señal de que este tiene que ser un comienzo!
Gracias por el texto
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