sábado, 23 de mayo de 2009

...y el resto en blanco.


La Isla cambió de aspecto.

Le salió un pie de mojo picón y ahora anda. Ya no tiene escaleras, ni garages, ni casitas pa' los perros. Se autoplantó maíz y cultivar sus mejillones en tomate. Tiene una planta de ajos que se regeneran por encima de un campo de trigo que a su vez cría rebanaditas de pan. Y para que nadie se acerque ha puesto una valla de pimientos del padrón, todos traicioneros.

Pero lo chungo es que nos echó.

Nos dijo: Fuera! Estoy harta de tanto querer, y de todos sus sinónimos. Estoy harta de pensar que se piensan a cada rato, que se reflejan continuamente entre las líneas, que se dediquen los silencios y que jueguen con los puntos suspensivos. Harta de noche de bodas, de los kilómetros que tengo que hacer para juntarles, de las conexiones que tengo que aguantar para que se sobreentiendan sin mi ayuda. Estoy cansada de ser una en dos, ya no sé contar y suspendí Matemáticas II gracias a ustedes. Quiero que me habite un avión, los perros y la desnudez del verano. Quiero cantar y tocar la guitarra, y que haya coro. Y quiero que en mi diccionario sólo exista la palabra antes...

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