martes, 30 de junio de 2009

A la carte

Cada vez que hablamos, vuelve a nacer esa chispa de incienso que me llena la vida frívola que tengo.

Entonces cruzo las piernas, apoyo el teléfono al oído, cojo un mechón rubio y empiezo a frotármelo contra la comisura de la boca; mi cabeza oblicua finge seriedad, así como mi compostura, pero por dentro estallan los castillos, las dobles eles y el brillo de tus ojos de nutella. Sustituyo el mechón por un bolígrafo, mientras escribo que si la celda A3 es igual a +100.000 entonces rojo, el color de las alertas. Es probable también que de mi bola de cristal salga un chicle de fresa y lime y que soplando se haga una pompa grande como un globo aerostático y pueda empezar a viajar de nuevo hacia vos.

Y te encontraré a mitad de camino porque sé que hace mucho tiempo que allí me estás esperando. Cocinándome.

1 comentario:

Feli dijo...

clap clap clap

como es posible que con uun par de palabras se puedan expresar TANTAS cosas, eh??
Besos!!!