martes, 27 de octubre de 2009

En la Isla del Medio estamos enamorados

Fue un día, creo recordar, cuando tuve que darle la vuelta al mapa para que Murcia coincidiera con Turín, luego Girona con Tucumán, y finalmente, Madrid con Montpellier. No siempre una sabe darle una vuelta al mundo; no siempre el mundo se deja dar una vuelta. Pero Rubik salió.

Así fue, que además un día me llamas para recordarme que me quieres. Yo salgo a bailar y te miro y te hablo en silencio. Mañana sale el tren, de nuevo, hacia ella. Y ayer lo pinté de azul klein, y ojalá aparezcas, y ojalá con un solo corazón.

Dentro de poco nos volvemos a ver. No podemos vivir el uno sin el otro, sin hoteles, colectivos, sin abrazarnos, sin contarnos, sin vivirnos un ratito más.

Hemos ido perdiendo escamas, plumas, vergüenzas, la ropa, el frenesí y el rojo carmesí. Hubiéramos podido perder cosas peores, que también lo hemos hecho.

Seguimos aquí, consternados y rabiosos, libres y azules, o yo o vos, o vos y yo.

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